Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, ¿será verdad?, no lo sé. Sin embargo, de lo que estoy seguro es de que la vida nos cambia, las experiencias, malas o buenas, siempre consiguen que cambiemos, aunque sea muy poco, por que el existir es duro y en ocasiones no podemos pensar en como será la vida en el futuro.
Hoy quiero hablar sobre mi primer amor, un amor dulce y fugaz como el verano, que llegó a mi por sorpresa para demostrarme que el amor es algo que puede doler, y mucho, cuando alguien no es capaz de entregarnos el mismo amor que nosotros entregamos.
Desde entonces, pese al sufrimiento, no he perdido mi fe en el amor verdadero.