Destinados

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Mi vida era un vacío, negro y sin oportunidades,

hasta que apareciste, todo eran calamidades.

Cupido, Dios caprichoso, lanzó sus flechas contra nosotros,

sin saber que así encontraríamos los mayores gozos.

Por que el destino, es muy poderoso y escribe todos nuestros pasos,

sin saber como acabará, ni como , ni donde,

nadie sabe donde su final se esconde.

Hasta que llegaste tu, la noche era mi día,

y ahora con tan solo un beso me llenas de alegría,

y es que eres un jardín lleno de flores, vida mía,

la mejor medicina para curar el dolor de esta alma mía,

que por mucho que luchara jamás un amor sincero conseguía.

Ahora que estamos juntos, nada nos separará,

ni el tiempo, ni la muerte, nada nos alcanzará,

y por los siglos de los siglos, más allá del tiempo y del espacio,

un amor como este para siempre vivirá.

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