Cada minuto que pasa
Hoy voy a escribir estas tristes palabras mientras las lágrimas más amargas van inundando poco a poco mis ojos, y es que he sido muy feliz mientras él a estado a mi lado, pero ahora que ha decidido marcharse, me siento la persona más desgraciada del mundo: me siento tan sola, que creo que nadie será capaz de poder entender mi dolor.
Él me lo ha dado todo: la vida, la muerte, la risa, el llanto, por que cuando el amor verdadero llama a tu puerta no hay nada que puedas hacer para resistirte y yo no he sido menos, por que desde que le conocí no hay nada que me aparte de su lado.
Sin embargo, ha llegado un día terrible, un día en el que él me ha dicho que ya no me ama, y ahora cada minuto que pasa su ausencia se clava en lo más profundo de mi corazón como pequeños alfileres que me matan, y me hacen sangrar.
Muchas veces he leído historias terribles que hablan sobre amores perdidos, prohibidos, y que no han podido disfrutar de la felicidad, por ese motivo me duele su pérdida más que nunca: el me prometió la luna, me dijo que estaríamos juntos para siempre, y ahora simplemente desaparece de la noche a la mañana, sin prácticamente darme explicaciones y sin marcha atrás.
En mi corazón ahora tan solo hay lugar para el llanto, la desilusión, y la tristeza, por que no sé si podré volver a confiar en alguien de esta manera, si me podré volver a entregar por amor, si podré compartir todos los secretos que abundan en lo más hondo de mi alma.
Con estas tristes palabras quiero despedirme, y avisar de que el amor es una arma de doble filo que nos puede romper el corazón en más de mil pedazos, y por ese motivo tenemos que ir con todo el cuidado del mundo.
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