Porque yo creo en ti
Querido, sé que estás pasando por un mal momento y, en ocasiones, no puedes ver la verdad. No puedes ver los árboles por culpa del bosque. Es algo normal, no te creas, todos somos humanos y caemos de vez en cuando en lugares conocidos, pasamos un mal momento y tu lugar conocido es tu vida. Algo que, a veces, nos queda grande, nos queda mal, pues no sabemos lo que queremos y que necesitamos algo más para ser felices. A ti te falta algo más y eso no es otra cosa que confianza en ti mismo y amor propio.
Yo creo en ti en cada paso que das, en cada momento de tu vida, pero para nada parece que te des cuenta. Mi amor, piensa que no hay nada en el mundo mejor que tú y el amor que te tengo, así que piensa bien lo que vas a hacer, pero también piensa en que como yo confío en ti, nada me parecerá mal, claro que no. Aunque sé que tienes miedo, que algo en tu vida chirría, aunque para nada sé lo que es. Me despista tu actitud. Yo sigo confiando en ti, en cada momento de mi vida, piénsalo.
Así que con esta carta quiero mandarte varias cosas: mi amor, por supuesto, para que siempre lo tengas contigo y nunca te olvides de mí; mi confianza, que siempre estará a tu lado, nunca dudes de ella; tu credibilidad, es decir, lo que yo sé que tu puedes hacer, que me fascina y que es lo mejor que tenemos y, por supuesto, a mí misma. Soy tuya, piénsalo, creelo y, sobre todo, nunca dudes de nosotros. Cuando el amor es fuerte, la vida no puede con él, te lo aseguro. ¡Sé fuerte! Que todo irá bien.
Entradas relacionadas