La peor de las heridas
Me enamoré como si fuera un niño pequeño, sin condiciones, sin resistir en mi empeño, esa mujer maravillosa, única, vital, con las proporciones de una misma diosa. Pero sin esperarlo ni un solo momento, sus besos se convirtieron en mi lamento, ese que llega de repente, sin fundamento, y no encuentran más que noches de … Read more