¡Me doy por vencido! ¡Tú ganas! Te hago el gesto con la mano de la bandera blanca de rendición. Me doy cuenta de que no estás buscando volver a conectar. Sé que me he equivocado muchas veces, se que estás probablemente cansada de todo. Debería haber sabido mejor cómo actuar antes… y no ahora en consecuencia. ¡Tú ganas! No me importa si parezco un tonto por escribirte estas palabras. No es la primera ni la última vez que he jugado a ser el tonto. Estoy bien con el papel. Yo te deseo lo mejor y por ello te redacto esto, a pesar de no estar bien. Realmente se puede volver a ser feliz de nuevo. Me doy cuenta de que estoy escribiendo esto de mi puño y sangre y casi llorando de tan sólo pensar en ti, en tu linda cara. Espero que lo encuentres., eso que buscas fuera de mi y que llamas amor Te amo tanto y eso no va a cambiar nunca. Si alguna vez necesitas algo estoy aquí. Por eso te digo que nunca olvides que te quiero, a pesar de todo lo malo.
He estado pensando en ti de nuevo. Me gustaría reencontrarme contigo en ese mundo que creamos tu y yo cuando estamos juntos, apartados de todos. Además, siempre he estado bastante incómodo en lugares nuevos, así que no estoy haciendo nada por conocer a nadie nuevo. Me gusta estar contigo, vivir para ti, hacer todo a tu lado.
Siento de verdad todos y cada uno de los errores cometidos. Algunos banales, otros más pequeños pero que sin duda han herido tu corazón. A pesar de todo ello, sigo queriéndote como el primer día y me arrepiento de todo. Ojalá fueses consciente de lo mucho que te amo y de todo lo que quiero dar por ti ahora que me he dado cuenta de que puedo perderte. Por favor, piensa en los momentos compartidos y nunca olvides que te quiero. Un beso.