No es un día más y ya está, sino que es un día más a tu lado, compartiendo tus días y tus momentos. No dejo de pensar en ti ni por un instante, pero me imagino que esto que te digo no es algo nuevo para ti. Porque nunca sales de mi cabeza, nunca dejo de pensar en esos ojos tan misteriosos, tan hipnotizantes y en ese aroma que me vuelve loco. Pienso en ti de todas las formas posible. Me gusta ser tu mano derecha si estás teniendo un buen día, uno malo o el peor de todos. Apoyarte, darte calor, darte abrazos y sobre todo, escucharte y besarte.
Porque tus labios me vuelven loco, tienen una calidez y un roce tan tierno, tan tuyo… No me gusta verte sufrir y por eso te deseo un lindo día, porque te lo mereces y porque quiero. No quiero que llores, quiero que te levantes con energía positiva y decirle al mundo que aquí estás tú y que tú mandas en tu vida, en tu destino, en tu futuro. Daría todo por ti porque eso es lo que me hace feliz. Mi vida tiene sentido desde que estamos juntos, la verdad.
A tu lado yo soy mejor persona, aprendo de los errores y sé cuando tengo que pedir perdón y en qué tengo que mejorar. Te amo la verdad, y se me hace duro pensar que algún día te canses de mí. Ojalá que no sea así, así que te seguiré cuidando día tras día, ya te aviso. Espero que tengas una jornada inolvidable y que te hayan gustado estas palabras salidas de mi alma, de mi corazón. Que pases un lindo día, amor.