Poema de amor de un hombre triste
Tengo a tus ojos curando mis males
mientras te veo bailar como una loba en la nieve,
un milagro de hueso y costilla que viene
sin venas a salvar a esos mortales,
que vive y no muere.
Aunque salives lagrimas y se te seque
la esperanza como una flor rota,
recuerda que tienes un corazón nuevo en mi boca.
Me veo vagabundo de tus pestañas
con las clavículas marcadas y un ego sin autoestima
paseando de tu mano invisible por Gran Vía.
Busco mi casa, perdido en calles de las que ya nadie habla,
corro buscando tu mano.
Arritmia si vuelven fantasmas de ayer
a devorar mi oxigeno y jugar con mi pasado:
cuchillo en boca si vienen los que te hicieron daño.
Te estoy buscando como un preso a los pájaros,
la libertad del zar,
Todo brilla, estás allí si siento nacer mi risa
estás calmando la sed al mar.
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