Carta de un hijo a su madre
Siempre se dice que cuando unos padres pierden a unos hijos lo pierden todo... que es un dolor insufrible y que se acabó. Pero nunca se habla de lo que perdemos cuando los hijos pierden a los padres. De sólo pensarlo me pongo enfermo y espero que no llegue nunca ese momento, porque sin ti no soy nada. No sabía si podría cuidarte en condiciones, a veces no he sabido entenderte y tampoco he sabido hacerte feliz... pero ahora sé muchas más cosas y cada día me río más a tu lado y cada día formamos nuevos recuerdos. Esta es una carta para ti, para mi madre, para la persona que me dio la vida y que más feliz me hace de todo el mundo.
Tú me levantas, tú me haces sentirme un hombre cuando me veo como un niño inmaduro, tú me enseñas a crecer, me enseñas a caer pero sobretodo, a aprender a levantarme... me lo enseñas todo. No sé como agradecerte todo el esfuerzo, todas las horas, todo el cariño y todas las lágrimas que habrás derramado por mi.
Tan sólo quiero que con esta carta te des cuenta de lo importante que eres en mi vida, que siempre serás la estrella que guía mi rumbo y que eres la pieza imprescindible del puzzle de mi vida. Hay gente que juega con los sentimientos de sus padres para conseguir cosas, espero que hayas visto que yo nunca he hecho eso porque de verdad te quiero, porque de verdad valoro todo el compromiso de ser madre y porque creo que me has formado con los mejores valores que puedan existir en el mundo.
Gracias por tanto amor mamá, gracias por tanto cariño, gracias por esos besos por la mañana, tarde y noche. Gracias por escucharme aún cuando no tenías tiempo ni para respirar, gracias por estar ahí hiciese frío, calor o nieve. Gracias por entenderme aún cuando ni yo mismo me entendía y gracias por ser el pilar que nunca se podrá derrumbar. Gracias por tanto. Espero poder darte alguna vez la mitad de todo lo que has dado por mi. Te quiero mamá.
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