Gracias por ser ese amigo que siempre se ha preocupado por mi, que sepas que para mi eres como un pilar en mi vida, eres una de esas bases que sustenta mis días, mis conocimientos, mis ideas. Porque cuando hago alguna parida o algo mal, estás ahí para decírmelo, aunque me moleste. Y eso es un amigo, decir las cosas buenas pero también decir las cosas malas, por supuesto. Quería que supieses que estoy dispuesto a seguir dándolo todo por una amistad tan bonita como la nuestra y espero que no acabe nunca.
Te prometo que mi alma siempre protegerá a la tuya, te prometo que aunque tenga el mejor novio del mundo el que más me llene y ese que me vuelva loca… no te voy a dejar de lado, porque eso no se le hace a las amigas. Porque tú eres una amiga de los pies a la cabeza, la primera que ha venido a mi casa cuando os he llamado y la última que se ha ido de mi casa cuando os he necesitado. Muchas veces hacemos de la amistad algo de palabrería fácil, pero no es el caso, contigo todo es real.